Preparación:
La noche anterior poner a remojar los frijoles.
Al día siguiente hervir hasta que estén tiernos.
Escurrir, dejar aparte el caldo y pasar por la licuadora. Colar por
un tamiz para que resulte un buen puré.
En una cacerola con grasa dorar las rebanadas de pan.
Retirar y, en la misma manteca, freír la cebolla previamente picada,
hasta dorarla.
Añadir litro y medio del agua en que se cocieron los frijoles.
Sazonar con sal, pimienta y orégano.
Agregar el puré de frijoles y dejar hervir suavemente, hasta que
espese.
Servir en cazuelitas individuales colocando, dentro de cada una, una
rebanada de pan y esparciendo arriba el queso rallado.
Encima verter la sopa. Romper un huevo dentro de cada cazuelita, salar y
meter al horno a 180º C hasta que la clara se cuaje.
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