Pelar los tamarindos y ponerlos a remojar en muy poca agua.
Pasar los tamarindos remojados por un cedazo y revolver la pulpa
obtenida con el azúcar.
Extender la masa sobre una mesa espolvoreada con azúcar.
Con porciones de esta masa, espolvoreadas con azúcar granulada para que
no se peguen, hacer figuritas en las formas que se desee.
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