4 bolillos duros
2 tazas de leche
1 barrita de margarina
2 huevos
1½ tazas de azúcar
2 cucharadas soperas de esencia de vainilla
1 cucharada sopera de polvo de hornear
1 cucharada cafetera de harina
Remojar los bolillos en la leche hasta que se ablanden totalmente.
Batir la margarina con el azúcar e incorporar los huevos uno por vez
sin dejar de batir.
Escurrir los bolillos y agregarlos mezclando delicadamente, incorporar
el polvo de hornear y la esencia de vainilla hasta formar una pasta.
Engrasar con margarina y enharinar un molde y vaciar la pasta.
Hornear a fuego moderado (180º C) por cerca de 1 hora o hasta que esté
dorado.